En el marco del regreso a clases, la Diócesis de Tabasco dejó en claro la separación de responsabilidades, pues la instrucción académica debe estar a cargo del Estado, pero la educación y el fomento de valores, a cargo de los padres
Eduardo Beltrán
La prioridad son los niños y los jóvenes, porque son el futuro de la patria, de nuestro estado y en ellos están los cimientos de una sociedad nueva, aseguró el padre Denis Ochoa Vidal, vocero de la Diócesis de Tabasco, en el marco del mensaje de regreso a clases.
El sacerdote urgió a “poner los ojos” en ellos y pedir a Dios que los bendiga, pero a la vez pedir a los padres que estén al cuidado.
“No los dejen solos, entendamos que la aportación educativa que dan los colegios, las escuelas, son una asesoría para los padres de familia porque ellos son los principales responsables de la educación de sus hijos”, puso de relieve. “El Estado no es responsable de la educación, son los padres y madres de familia”, sostuvo.
El padre Denis habló de la separación de las responsabilidades, enfatizando que el Estado debe dar la instrucción académica y el conocimiento; y la educación, debe estar a cargo de la familia.
“En el hogar se debe dar la verdadera formación en los valores humanos, y, si son creyentes, en los valores cristianos también”.
Ahora bien, explicó que la familia debe igualmente estar al tanto de la clase de instrucción que brinda el Estado.
En cuanto al mensaje del domingo, del evangelio de San Juan, refirió que Cristo dijo a sus discípulos que su carne era la verdadera comida y su sangre la verdadera bebida, situación que les causó confusión y se retiraron de él de manera momentánea por el radicalismo de sus palabras; pero es del mismo modo en que hoy muchos se retiran de Cristo porque quieren un Dios a modo.
“La iglesia no puede acomodarse a las modas y a las ideologías, porque no es dueña del evangelio de Jesús, mismo que es permanente para todas las épocas mientras el hombre y la mujer existan”.
Denis Ochoa Vidal insistió que hay personas creyentes que se retiran de Jesús, o viven su religión cristiana a medias, “solo lo que les conviene”.
