Se cumplen 79 años del bombardeo atómico en Nagasaki, Japón

Tokio. Autoridades de Japón y pobladores de la ciudad de Nagasaki rindieron ayer homenaje a las víctimas del bombardeo atómico que devastó esa urbe hace 79 años, cuando un avión estadunidense lanzó la bomba con núcleo de plutonio, apodada “Fat Man”.

A las 11:02, hora local exacta de la explosión el 9 de agosto de 1945, se guardó un minuto de silencio y, luego, se depositaron ofrendas de flores y agua en memoria de los fallecidos y los sobrevivientes.

El agua es un símbolo de ese momento pues los sobrevivientes pedían desesperadamente agua para calmar la sed generada por tantas quemaduras internas y externas.

Aproximadamente 70 mil japoneses perdieron la vida en Nagasaki al instante de la explosión, pero cientos de miles de pobladores (la mayoría mujeres y niños) murieron tiempo después a consecuencia de la radiación.

Tres días antes, el 6 de agosto de 1945, en la ciudad de Hiroshima, se vivieron similares horrores y consecuencias.

El alcalde de Nagasaki, Shiro Suzuki, exigió que el Gobierno japonés firme y ratifique un tratado de la ONU que prohíba las armas nucleares, y pidió que Japón lidere las discusiones para aliviar las tensiones y avanzar en el desarme en el noreste asiático.

El primer ministro japonés, Fumio Kishida, se comprometió a liderar los esfuerzos internacionales para impulsar el desarme nuclear, a fin de que Hisroshima y Nagasaki sigan siendo las dos únicas ciudades del mundo en sufrir esa tragedia.

La ceremonia de este viernes aconteció frente a la Estatua de la Paz, situada cerca del hipocentro de la explosión.

Siguiendo una tradición anual, allí se leyó una Declaración por la Paz y en el memorial se colocó una lista actualizada de las víctimas, la cual incluye los nombres de los supervivientes fallecidos en los últimos doce meses.

El número de muertos por la tragedia en Nagasaki asciende en la actualidad a 198 mil 785 personas.

La decisión de Estados Unidos de dejar caer bombas atómicas sobre las poblaciones civiles de Hiroshima y Nagasaki, cuando la contienda ya estaba casi ganada por los Aliados, ha sido cuestionada por numerosos historiadores.

Japón invadió y ocupó muchas partes de Asia antes y durante la Segunda Guerra Mundial, infligiendo sufrimientos indecibles y grandes bajas a millones de víctimas inocentes.

La masacre en Hiroshima y Nagazaki determinó la rendición incondicional de Japón, con un costo humano se sigue pagando hasta nuestros días.